El orgasmo cervical: el gran desconocido del placer profundo
La mayoría hemos oído hablar del clítoris, del punto G, del squirting… pero cuando aparece el concepto de orgasmo cervical, muchas se quedan con cara de interrogación. ¿Cervical? ¿Eso no era una vértebra?
No, no lo es (bueno, también, pero no en este caso). Hoy te hablamos del orgasmo más profundo, emocional, y transformador que existe… y de por qué muchas no lo han experimentado todavía.
- En este artículo vas a encontrar:
- Qué es exactamente el orgasmo cervical (sin mitos)
- Por qué muchas personas no lo han sentido nunca
- Qué necesitas para experimentarlo
- Técnicas reales y pasos específicos para provocarlo
- Productos que te ayudan a llegar ahí
- Y lo más importante: qué pasa si nunca lo has sentido (o crees que no puedes)
Vamos a hablar de cuerpo, pero también de mente, y de cómo este tipo de placer puede transformar tu vida sexual por completo.
¿Qué es el orgasmo cervical?
El orgasmo cervical es una forma de orgasmo vaginal que se produce al estimular el cuello del útero (también conocido como cérvix). A diferencia de los orgasmos clitorianos (más rápidos, externos e intensos) o los del punto G (más localizados y voluminosos), el cervical es profundo, lento y prolongado.
Muchas mujeres lo describen como:
- Un placer que invade todo el cuerpo como una ola cálida.
- Un orgasmo que te deja temblando o incluso llorando (pero sin tristeza, más bien como una liberación).
- Una sensación de apertura, expansión, o energía subiendo desde el vientre.
En definitiva, no se parece a ningún otro. No es más ni menos placentero, es diferente. Y para muchas, absolutamente revolucionario.
Por qué tantas mujeres no lo han sentido (aún)
Hay varias razones por las que el orgasmo cervical sigue siendo un gran desconocido:
- Falta de educación sexual real: Nadie nos habla del cérvix como una zona de placer.
- Penetración rápida y sin preparación: Se necesita tiempo, lubricación, deseo y conexión.
- Tensión o miedo: El cuello del útero solo se relaja si la persona está segura y presente.
- Dolor o incomodidad: Si la penetración es brusca o sin deseo, el cuerpo se cierra.
- Ciclo menstrual: La posición del cérvix varía a lo largo del ciclo, lo que influye en la sensibilidad y accesibilidad.
La buena noticia es que todas estas barreras se pueden desmontar. Con información, deseo y práctica.
Claves prácticas para explorar el orgasmo cervical (paso a paso y sin frustraciones)
Si lo que buscas es ir más allá del placer superficial y llegar a ese orgasmo profundo, largo y expansivo, necesitas cambiar totalmente el enfoque: no se trata de rapidez ni de fuerza, sino de presencia, ritmo y apertura.
Aquí tienes una guía concreta y realista para conseguirlo:
✅ Paso 1: Prepara el cuerpo (sin esto, no hay orgasmo cervical)
Antes de siquiera tocarte, necesitas estar relajada y conectada con tu cuerpo. Esta zona solo se abre si el cuerpo se siente seguro.
- Date al menos 10-15 minutos solo para ti: sin interrupciones, sin prisa, sin distracciones.
- Respira profundamente, aliviando tensión del abdomen y del suelo pélvico.
- Haz masajes circulares suaves sobre el bajo vientre y la parte interna de los muslos para activar la zona.
📌 Clave: El cuello del útero puede cambiar de posición según el ciclo menstrual. Si estás ovulando, estará más bajo y accesible. Si estás con la regla o justo después, estará más alto. No te frustres si no lo localizas de inmediato.
✅ Paso 2: Estimulación externa lenta y prolongada
Antes de ir hacia dentro, excita el resto del cuerpo: la piel, los senos, el cuello, los muslos. Luego, estimula el clítoris suavemente, hasta que sientas que la lubricación y el deseo están en su punto.
- Usa un aceite sensorial o un lubricante si lo deseas.
- Puedes ayudarte de un juguete externo si lo necesitas (como un succionador suave o tus dedos).
💡 Cuanto más excitada estés, más baja y sensible estará la zona cervical. Y eso facilita mucho el proceso.
✅ Paso 3: Penetración profunda y curvada (el movimiento importa)
Aquí es donde todo cambia. La mayoría de los juguetes o penes estimulan el canal vaginal medio. Para llegar al cuello del útero, necesitas un ángulo y profundidad específicos.
🎯 Técnica para hacerlo con los dedos:
- Introduce un dedo (índice o medio) lentamente, hacia el fondo de la vagina.
- Imagina que dibujas una “J” o una curva hacia arriba (hacia el ombligo).
- Cuando llegues al fondo, puedes sentir algo firme, redondo o más duro: ese es el cuello del útero.
- Empieza con presiones suaves y rítmicas, no bruscas.
- Prueba con movimientos como:
- “Ven aquí” con un dedo curvado (como buscando el punto G pero más profundo).
- Círculos suaves alrededor del cérvix.
- Pulsaciones lentas, manteniendo contacto constante.
🎯 Si usas juguete:
Elige uno que tenga forma curvada y largo suficiente para llegar al fondo, como:
- Afrodita (doble estimulación con impacto interno)
- Ethan (con vaivén rítmico)
- Mona Wave (movimiento ondulante perfecto para masajear el fondo vaginal)
- Libido Peach (curvatura ideal para alcanzarlo) ¡Nuestro recomendado!
- Satisfyer G-Spot (estimulación doble)
📌 Clave: Los movimientos deben ser lentos, sostenidos y sin forzar. Si molesta o hay sensación de incomodidad, vuelve al juego externo.
✅ Paso 4: Señales de que estás en el buen camino
¿Cómo saber si lo estás haciendo bien? Aquí algunas sensaciones típicas:
- Una presión agradable muy profunda, distinta a la de la penetración convencional.
- Calor interno, como si la pelvis “se abriera”.
- Una necesidad de rendirte o de llorar sin tristeza (es una liberación).
- Contracciones suaves del útero, como olas internas.
- Te dan ganas de abrazarte, suspirar o incluso reírte.
No tiene que pasar todo junto. Pero si empiezas a sentir este tipo de reacciones, estás cerca.
✅ Paso 5: Finaliza como tú quieras (no hay un final “correcto”)
El orgasmo cervical no siempre es un “boom” como el clitoriano. A veces es una subida progresiva, otras, un estallido inesperado… y a veces, solo una sensación de bienestar profundo que se queda contigo.
Y todo eso vale y es válido.
Termines como termines:
- Respira, abrázate, acaríciate.
- Dale a tu cuerpo tiempo para integrar lo que ha sentido.
- Si no llegó esta vez… quizás sea la siguiente. Esto es un camino, no un destino.
¿Y si no lo consigo?
No pasa nada. No todos los cuerpos están preparados en el mismo momento. Puede que tu cuerpo no se sienta listo, que haya bloqueos emocionales o que simplemente necesites más tiempo. No hay prisa. No hay obligación.
El orgasmo cervical es un camino de autodescubrimiento, no una meta. Lo importante es que estás explorando, escuchando tu cuerpo y abriéndote a nuevas formas de placer. Eso, en sí mismo, ya es revolucionario.
Descubrirlo no es solo una cuestión de técnica. Es una invitación a sentir más allá de lo superficial, a abrirte a nuevas formas de placer… y a conocer partes de ti que quizá no sabías que existían.
Y para eso estamos aquí.