Mitos, Realidades y iniciación en el BDSM

¿Te pica la curiosidad? No estás sola. Entre el 30% y el 50% de la población adulta ha fantaseado alguna vez con prácticas de dominación o sumisión. Y no es de extrañar: el BDSM puede ser una vía poderosa para explorar el deseo, la confianza y el placer desde una perspectiva de bienestar sexual

¿Qué es el BDSM?

BDSM es un acrónimo que engloba Bondage y Disciplina, Dominación y Sumisión, Sadismo y Masoquismo. Lejos de los estereotipos, se trata de prácticas consensuadas que pueden enriquecer la vida sexual y emocional.

Beneficios del BDSM

1. Reducción del estrés

Estudios han demostrado que las prácticas BDSM pueden reducir los niveles de cortisol, la hormona del estrés, de manera similar a actividades como el yoga o el ejercicio intenso.

2. Mejora de la comunicación

El BDSM requiere una comunicación clara y constante, lo que puede fortalecer los lazos de confianza y mejorar la asertividad en la pareja.

3. Exploración del deseo

Estas prácticas permiten descubrir nuevas formas de placer y autoconocimiento, fomentando una sexualidad más plena y consciente.

¿Cómo empezar?

1. Comunicación y consentimiento

Antes de cualquier práctica, es fundamental hablar abiertamente sobre límites, deseos y establecer una palabra de seguridad.

2. Comenzar con prácticas suaves

Puedes iniciar con juegos de roles, ataduras ligeras o vendajes sensoriales. Lo importante es avanzar al ritmo que te resulte cómodo.

3. Informarse y educarse

Leer libros, asistir a talleres o consultar fuentes confiables te ayudará a comprender mejor estas prácticas y a realizarlas de manera segura.

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En resumen…

Iniciarte en el BDSM puede ser una experiencia enriquecedora y placentera si se aborda con información, comunicación y respeto. Recuerda que el consentimiento y la seguridad son la base de cualquier práctica sexual saludable.

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