Descubrir tu punto G: mitos, verdades y los vibradores que realmente te ayudan a sentirlo
El punto G es uno de esos temas que generan tanta curiosidad como frustración. “Creo que no tengo punto G”, “no sé si lo estoy buscando bien”, “lo intento y no siento nada”…
Si te has dicho alguna de estas frases, no estás sola. Durante años, la sexualidad femenina se explicó desde la escasez, el silencio y la mirada ajena. Pero ninguna mujer nace “sin punto G”: lo que ocurre es que no siempre nos enseñaron a escuchar el cuerpo, explorar sin prisa y elegir herramientas diseñadas para acompañarnos de verdad.
En Lola creemos que el autoconocimiento es un acto de libertad. Y por eso este post no es solo una guía, sino un recordatorio: tu cuerpo es sabio, completo y digno de placer profundo.
1. Qué es realmente el punto G (y qué NO es)
El punto G no es un “botón mágico”.
Es una zona interna de tejido eréctil situada en la pared anterior de la vagina (la que da hacia el pubis), formada por parte del complejo clito-uretro-vaginal.
Cuando se estimula adecuadamente, puede generar sensaciones muy distintas a las clitoriales:
- Presión placentera
- Calor y expansión interna
- Orgasmos profundos y más envolventes
-
Sensación de oleada o descarga emocional
Lo importante:
✔ No es una estructura aislada → está conectada al clítoris interno.
✔ No siempre responde igual → depende del nivel de excitación, lubricación y relajación.
✔ No siempre se despierta a la primera → y no pasa absolutamente nada.
2. Mitos que vamos a romper hoy
❌ Mito 1: “Si no lo sientes, no tienes punto G.”
✔ Verdad: Todas las mujeres tienen tejido eréctil interno. Sentirlo requiere exploración consciente, confianza y a veces, el juguete adecuado.
❌ Mito 2: “El orgasmo del punto G es mejor que el clitorial.”
✔ Verdad: No existe jerarquía en el placer. Hay orgasmos distintos, no “mejores”.
❌ Mito 3: “El punto G está súper profundo.”
✔ Verdad: Generalmente está entre 3 y 5 cm de la entrada vaginal. Lo difícil no es alcanzarlo: es distinguir la sensación.
❌ Mito 4: “Si no sale squirting, no lo encontré.”
✔ Verdad: El squirting no es obligatorio ni esperable. No define la experiencia.
Romper estos mitos libera mucha presión y te permite explorar desde el disfrute, no desde la autoexigencia.
3. Cómo encontrar tu punto G: una guía real, honesta y amable
Antes de buscar, respira. La estimulación interna necesita más calma y presencia que la externa.
Paso 1: Lubricación y excitación
El punto G responde mejor cuando el tejido eréctil está activado.
Un buen lubricante puede marcar una diferencia enorme.
Paso 2: Introduce dedos o vibrador curvo
Colócalo en dirección al pubis, no hacia dentro.
La sensación suele ser: textura distinta, un poquito rugosa o esponjosa.
Paso 3: Movimiento en “ven aquí” o presión firme
El punto G no pide velocidad: pide constancia.
Paso 4: Permítete sentir lo que aparezca
Algunas mujeres sienten ganas de orinar → es normal: significa que estás cerca.
4. Qué es un vibrador de punto G y por qué puede ayudarte
Un vibrador de punto G está diseñado con una curvatura específica para hacer contacto directo con esa zona sin esfuerzo.
Sensaciones que potencian estos juguetes:
- Masaje profundo
- Presión precisa
- Vibración que activa el tejido esponjoso
-
Orgasmos más expansivos y, en ocasiones, mixtos
Para muchas mujeres, los estimuladores de punto G son el puente entre “no sé si lo tengo” y “wow, ahora lo siento clarísimo”.
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5. Qué vibrador elegir según tu nivel de experiencia
Si estás empezando
Elige un vibrador curvo y flexible, de tamaño medio y con niveles de vibración suaves.
→ Fácil de manejar, amable y nada intimidante.
Si ya has identificado tu punto G
Prueba vibradores más firmes, con punta anatómica o motores potentes.
Si quieres experimentar orgasmos mixtos
Elige un vibrador dual que estimule clítoris + punto G a la vez.
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6. El punto G como camino de autonomía y libertad sexual
Encontrar el punto G no es un reto técnico, es un proceso de reconexión con tu cuerpo.
No estás intentando “demostrar” nada ni cumplir un estándar. Estás aprendiendo a escuchar tus capas internas, tus ritmos y tu manera única de sentir placer.
Y cuando una mujer encuentra su punto G —o simplemente se permite explorarlo sin juicio— ocurre algo hermoso:
se expande la autonomía corporal, la confianza y la relación con su propio deseo.
Eso también es feminismo.
Eso también es libertad.
7. Preguntas que muchas mujeres se hacen
¿Todas las mujeres pueden tener orgasmos de punto G?
Sí, pero no se manifiestan igual en todas. No hay un solo tipo de orgasmo interno.
¿Duele estimular el punto G?
No debería. Si duele, baja la intensidad, usa más lubricante o cambia el ángulo.
¿Un vibrador ayuda aunque nunca lo haya encontrado?
Muchísimo. Los vibradores curvos hacen más fácil localizar y mantener la presión adecuada.
8. Recuerda: tu punto G no es un misterio, es una invitación
Una invitación a escucharte más, a reconectar con tu cuerpo y a abrirte a un placer profundo que siempre ha estado ahí.
Y si decides que un vibrador de punto G te acompañe en ese descubrimiento, en Lola estamos para guiarte, sin presiones y con toda la educación que mereces.
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