: Bolas Chinas

Las bolas chinas, también llamadas bolas de Kegel, son esferas diseñadas para introducirse en la vagina y ejercitar los músculos del suelo pélvico. Al moverte con ellas puestas, los músculos se contraen de manera natural para mantenerlas en su lugar, lo que ayuda a tonificar la zona.

Los beneficios de las bolas chinas son:

• Fortalecer el suelo pélvico, reduciendo el riesgo de incontinencia urinaria o pérdidas de orina.
• Aumentar la sensibilidad y placer en las relaciones sexuales. Lo que se traduce en orgasmos más largos e intensos.
• Favorecer la recuperación tras el parto y prevenir el prolapso.
• Mejorar la lubricación natural, y la circulación sanguínea especialmente en la menopausia.

¿Cómo se usan las bolas chinas?

Para utilizarlas correctamente:

1. Aplica lubricante de base acuosa para facilitar su colocación.
2. Introduce las bolas en la vagina como si fuera un tampón.
3. Úsalas mientras caminas o realizas actividades diarias para activar los músculos.
4. Empieza con sesiones de 10 a 15 minutos al día y aumenta progresivamente.

Si quieres potenciar su efecto, puedes combinarlas con ejercicios de Kegel para un entrenamiento más intenso.

¿Cómo elegir las mejores bolas chinas?

Algunas claves para elegir el modelo ideal:

• Principiantes: Se recomienda empezar con bolas más grandes y ligeras.
• Usuarios avanzados: Pueden optar por bolas más pequeñas y pesadas.
• Con cordón de extracción: Facilita su retirada de forma segura.
• De silicona médica: Material seguro, higiénico y fácil de limpiar.

Muchas bolas chinas, se componen de dos bolas unidas lo que permite intercambiar los pesos e ir incrementando el nivel de los ejercicios de suelo pélvico.

Bolas chinas y ejercicios de Kegel: la combinación perfecta

Los ejercicios de Kegel o ejercicios de suelo pélvico, consisten en contraer y relajar los músculos del suelo pélvico para fortalecerlos. Utilizar bolas chinas mientras practicas estos ejercicios aumenta su efectividad.

Si no estás segura de cómo hacerlos, una buena referencia es la técnica de Kegel:

1. Contrae los músculos del suelo pélvico como si quisieras detener el flujo de orina.
2. Mantén la contracción durante 3 a 5 segundos.
3. Relaja los músculos y descansa el mismo tiempo.
4. Repite el ejercicio 10 a 15 veces por sesión.

Con la práctica, notarás una mayor firmeza en la musculatura del suelo pélvico y control muscular en pocas semanas.